Es viernes. Salgo a comer con los chicos de la misión. Con ellos me dejan hacer todo, PF, COMO SI FUERAN SANTOSSSSS ( jajaj, los quierooooo ).
Como Jacoob es parte de mi grupo misionero, tenía que estar linda. Linda, pero que no se note que estaba producida, porque tampoco daba, después de todo era un asado con los chicos de la misión. Me elección final fue unos chupines claros, una remera que arriba tiene encaje, un buzo negro y ankle boots de cuero negro. Aunque la ropa fue difícil de elegir, mucho más difícil fue decidir el make-up. Al final, me delineé arriba y abajo, me puse rimmel, y me pinté los labios de rosa muy claro. En el pelo, una simple media colita.
Después de tanta desesperación para ver qué carajo me ponía y toda la bola, llegué semitranquila a adoración, y de ahí salíamos todos juntos. Cuando llegué a lo de mi amiga que había puesto casa muy generosamente, descubro que Jacoob no había llegado. Y después que vinieron los otros grupos ( están arreglando Cabildo y Juramento, el tránsito apesta ), me dí cuenta que no iba a llegar.
La re puta madre que te re mil parió